El otro día, tras mi primer post sobre «política» seria, recibí un comentario de Bernardo Ramos en el que me pedía propuestas para solucionar los «problemas» que yo veía en la «Democracia» española, y que conste que es algo que también he discutido con C. Cifuentes, situada en el otro lado del espectro político, o al menos eso creo yo.
Creo que el gran problema de nuestro sístema político es la falta de representatividad real que, para mí, existe en las instituciones, ya que en realidad los ciudadanos, cuando vamos a votar, ese maravilloso derecho que nos otorgamos, no lo hacemos a unas personas, sino a unas siglas políticas, a unas listas cerradas que nos presentan los partidos políticos, y que llevan, bajo mi punto de vista, a que los que resultan elegidos no tengan ninguna obligación ni lealtad real con sus votantes, sino con las siglas que les han puesto en esas listas y en esa posición de poder. Creo, por tanto, que una solución a ese problema sería la existencia de circunscripciones electorales (creo que se llaman así) mucho más pequeñas, en las que los electores pudiesemos elegir realmente a quien nos representa, alguien a quien pudiesemos felicitar y pedir responsabilidades de manera más personal, ya que sería el encargado de defender lo que el considera mis derechos en el parlamento, ya sea autonómico o nacional, de la mejor manera posíble, y me permitiría a mi, como votante, juzgar su labor de manera mucho más objetiva.
Otro grave problema que habría que solucionar es la dimensión que, a mi juicio, han tomado los partidos políticos, en nuestro país, con toda esa parafernaria que no hace si no gastar y gastar dinero de nosotros, los contribuyentes, en actos políticos de dudosa utilidad, que no sirven sino para dar autobombo a los propios militantes que van de «excursión» a los mítines… necesitamos, creo yo, partidos políticos en lo que lo importante sean las personas y no la burocracia interna que dirige ahora a los partidos. Creo también que habría que suprimer todos los gastos superfluos de los partidos en la actualidad, las campañas electorales son un canto al derroche y a luego necesitar «financiación» con los problemas que eso ha causado, causa y si no se ataja, causará.
Por último, y para no estenderme demasiado, está el tema de la manera en la que se eligen ciertos cargos en nuestro país, y me refiero al DEFENSOR DEL PUEBLO y al FISCAL GENERAL DEL ESTADO, creo firmemente, que dichos cargos deberían cambiar su forma de ser elegidos, no puede ser que las dos figuras más importantes en la defensa de los derechos de los ciudadanos, sean meros cargos de elección política, en manos, no de los ciudadanos, sino de un partido político, sea dicho partido el que sea, ya que en el caso del FISCAL GENERAL DEL ESTADO, parece que es prioritario para cualquier gobierno, nombrar uno en cuanto llega al poder para que le guarde las espaldas, no me parece nada justo, creo que la elección de dichos cargos debía hacerse en elección pública y con periodos de mandato que para nada coincidieran con las de los parlamentarios, que fuesen totalmente independientes.
Bueno, ya está, al menos por ahora.